Visitar Marruecos podría ser el sueño cumplido de muchos viajeros ya que estarían visitando un país al norte del continente africano, salpicado de la cultura árabe y europea; para otros un lugar más en el mundo o quizás sea la primera vez que lo escuchen…en cualquiera de los casos, espero que las historias de este viaje despierten tu curiosidad por visitar este gran destino turístico que es el Reino de Marruecos.
Salimos de Madrid hacia el Sur de España en busca de nuestro barco a Marruecos; llegando a Tarifa se veían grandes molinos de vientos modernos (Energía eólica), mientras nos acercábamos más y más a nuestro puerto de embarque el cual nos permitiría cruzar el estrecho de Gibraltar y tocar tierra Marroquí. El viaje tomo aproximadamente 90 minutos. Dentro del Ferries se hace el primer proceso de inmigración, donde los oficiales verifican tu visa o permiso de acceso, validan el motivo de tu viaje y sellan tu pasaporte. No olvides hacer este proceso ya que al salir del barco habrá una nueva revisión y si tu pasaporte no está sellado deberás regresar al barco para hacerlo; vi más de uno devolverse muy molestos.
Luego de los Trámites de aduana y frontera al llegar a Tanger ( puerto de Marruecos), continuamos hacia Asilah una Pequeña ciudad amurallada frente al océano. Lo primero que hicimos fue buscar donde comprar un chip de Internet; en Marruecos no funcionan la mayoría de servicios telefónicos de otros países y saben que subir historias y fotos en estos días es vital para más del 60% de los viajeros, claro también aprovechamos cambiar nuestros euros a Dírham la moneda Marroquí.
Almorzamos en Casa Pepe, nombre que llamo nuestra atención de inmediato. Revisamos el menú y pedimos unas croquetas sabrosas de entrada + dos botellas de vino (tinto y blanco) para compartir, de plato fuerte Paella y una Parrillada de mar surtida, todo delicioso y por el nombre ya sabrán que parte del personal sabe español lo cual facilito nuestra comunicación 100%. Terminado este delicioso momento, nos fuimos a dar un paseo por su bonita medina amurallada; toda la ciudad pintada en colores blanco, azul y algunos detalles con el verde; las puertas preciosas, zocos (tiendas) para comprar artesanías que incluían alfombras, carteras, las babuchas (zapato típico marroquí) y muchas cosas más.
Acompáñanos a visitar Rabat, Casablanca, Marrakech y finalmente al Desierto del Sahara.